Empieza a usarse en Hidalgo el Tumin, la moneda alternativa

El Tumin es una red nacida hace más de 10 años en El Espinal, Veracruz, en la región de Totonacapan, Papantla, a partir de las necesidades en un pueblo pequeño, en zona rural, en donde la gente no tenía suficiente dinero para resolver sus necesidades.

Con la intervención de una universidad intercultural en la región y los campesinos de la zona se empezó a generar esta propuesta de una moneda propia: “si nos hace falta dinero ¿cómo podemos organizarnos para depender menos de lo que nos hace falta, del dinero convencional?”.

Ahí nació la idea de crear esta moneda social que, por cierto, no es la única, pues hay varias en el país. El Tumin llega al fondo de lo que es y significa el dinero: “es un papel de cambio a partir de una convención, un acuerdo que tenemos como ciudadanos; sabemos que este papelito vale tanto y confiamos que el valor está respaldado en lo que nos han dicho los bancos, y en teoría es en oro; pero tristemente vemos que es tremendamente injusto”, dice Isaac Escamilla Sandoval uno de los principales promotores del Tumin en Hidalgo.

A la fecha hay de 2 mil 800 productores integrados al uso de esta moneda solidaria en todo el país, se organizan de manera autónoma y todos los acuerdos son a la palabra, no hay un comité de vigilancia encima de los productores tratando de auditar qué es lo que producen o cómo lo producen.

Unos cuantos pueden poseer gran parte de la riqueza y la base de la población, la gran mayoría, no tiene ni siquiera resueltas sus necesidades básicas, dice Isaac. Ante esta problemática es que el Tumin nace con la propuesta para que las personas logren organizarse como productores solidarios y crear una economía con beneficios comunes.

“Se trata de regresar a romper con muchos paradigmas que el capitalismo nos ha traído, ideas como que los negocios no se vinculan con la amistad o esto de hacer dinero o negocios a costa de los demás o de la naturaleza la economía solidaria parte de principios, de generar bienestar (…), buscamos que sí haya un bienestar colectivo, un beneficio para mí y para mi familia, pero también considerando o teniendo presente el bienestar de los demás”.

Isaac explica que este sistema está basado en la confianza, “si uno dice que produce o comercializa tales cosas es bienvenido, lo que buscamos es sobre todo que tengamos herramientas para resolver las necesidades de vida sin estar dependiendo del sistema tan injusto del que participamos, del sistema capitalista”.

Con el Tumin se pueden adquirir toda una gama de productos y servicios, incluso refrescos, porque hay tiendas de abarrotes que sí validan transacciones con esta moneda solidaria.

Un Tumin es iguala un peso y es muy fácil usar y con la regla básica del 10 por ciento es algo que no es muy oneroso para los productores, quienes deciden en qué productos o servicios sí aceptan esta moneda y en cuáles no.

En Hidalgo hay poco menos de un centenar de productores y prestadores de servicios involucrados ya en este sistema, comenta, pero desean ampliar la participación para que este mismo año se pueda contar en la entidad con la “Casa del Tumin”, el equivalente social a los bancos del capitalismo.

Unos cuantos pueden poseer gran parte de la riqueza y la base de la población, la gran mayoría, no tiene ni siquiera resueltas sus necesidades básicas, dice Isaac. Ante esta problemática es que el Tumin nace con la propuesta para que las personas logren organizarse como productores solidarios y crear una economía con beneficios comunes.

Cuando en distintas regiones y estados no integramos más de 50 productores es cuando podemos generar nuestra propia moneda. El año pasado se consiguió ya imprimir el Tumin Tolteca, que es la moneda social representativa de Hidalgo.

También hay Tumin Morelos, Tumin Chiapas, Tumin Oaxaca, Tumin Veracruz. Cada quien puede mandar a imprimir y se tiene un control, hay folio, hay un sello y se tiene registrado todo el tiraje que se ha hecho de los tumines de manera histórica.

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