El auto de Luisa Jiménez de Alba una de las activistas de la agrupación “La Jauría de Balú” dedicada al rescate y protección de animales, principalmente de perros y gatos quedó destrozado por un grupo de cinco individuos, entre ellos dos mujeres para impedir el rescate de un can.
Mientras el auto, de la marca Spark en color verde, era objeto del acto vandálico, en el interior del vehículo se encontraban resguardadas Luisa Jiménez y su hermana Judith Casandra, quien también es activista, también se encontraba el perro.
A través de una transmisión en vivo desde la cuenta de Facebook de la agrupación, se ve al supuesto dueño del can dando patadas a la carrocería del auto del lado derecho mientras otro sujeto vestido de negro le reventaba las llantas.
Aterradas, las activistas aseguraron que momentos antes les habían roto los cristales del parabrisas.
“Por favor, necesitamos ayuda, nos están acorralando… estas personas nos rompieron el parabrisas, ¿ustedes creen que personas que no acceden al diálogo? realmente, merecen tener un perro, por favor, necesitamos ayuda, estas personas nos están ponchando las llantas, este chavo es el dueño, esta atacando el carro, llamen a la policía”, dijo desesperada Judith al momento en que el auto era golpeado luego de que el parabrisas había sido estrellado.
El acto vandálico se suscitó la tarde del lunes sobre Bulevar Paseos de Chavarría del fraccionamiento del mismo nombre cerca del Centro de Bachillerato Tecnológico 286.
La intención de los agresores al parecer era abrir las puertas del coche, sacar a las dos jóvenes mujeres, golpearlas y quitarles al perro lo que al final no pudieron hacer.
Aunque un policía municipal llegó al lugar, en el momento en que aún estaban los agresores, no pidió apoyo a sus compañeros bajo el pretexto de que se le había acabado la carga de la batería de su celular. Las activistas, acechadas por los agresores que permanecían afuera tuvieron que llamar desde sus propios celulares a la policía.
Minutos después llegaron algunos policías municipales de Mineral de la Reforma, pero se negaron a detener a los agresores que después de un largo rato se marcharon, no sin antes lanzar amenazas contra las dos activistas.
Ya hasta la noche, como quedó grabado en transmisiones posteriores, llegó una grúa y se llevó el auto.
De acuerdo con las mujeres, horas antes habían rescatado un perro que se encontraba en la calle perdido.
El lunes, las activistas acudieron a la casa del presunto dueño para entregar al animal, pero al no presentar ningún carnet ni ningún documento con el que pudiera acreditar la propiedad del perro, decidieron no entregarlo y sugirieron al dueño acudir ante el agente del Ministerio Público (MP) para aclarar la situación.
“Ellos ya habían accedido a ir al MP. El supuesto dueño se quería ir en nuestro carro; nosotras caminamos más rápido y nos subimos al vehículo. Toda su familia y él nos acorralaron, nos cerraron el paso poniéndose frente al coche y le empezaron a golpear, a insultarnos y agredirnos”, explicó Casandra.
“Reventaron las llantas y estrellaron los parabrisas así como los vidrios laterales”, agregó. Tras la agresión interpusieron la denuncia correspondiente ante la agencia del Ministerio Público y exigieron la aplicación de todo el peso de la ley contra quienes dañaron el auto.
Responsabilizan al presunto dueño del can, cuyo nombre no dieron a conocer y a sus familiares de cualquier cosa que les pudiera ocurrir.
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