Atribuyen los multihomicidios en Hidalgo a negociación fallida entre criminales

Una confrontación entre dos células delictivas dedicadas a la venta de narcóticos y a la sustracción ilegal de hidrocarburos es el posible origen de dos de los cuatro multihomicidios ocurridos en la zona metropolitana de Pachuca, de acuerdo con una línea de investigación que ha seguido el gabinete de Seguridad de Hidalgo.

El encargado de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJEH), Francisco Fernández Hasbun, y el secretario de Seguridad Pública, Salvador Cruz Neri, afirmaron que existe una conexión entre el hallazgo de los restos de seis personas en una fosa clandestina en San Agustín Tlaxiaca, el 2 de octubre, y uno de los tres cadáveres embolsados que estaban entre los límites de Singuilucan y Epazoyucan el pasado miércoles 16.

La tesis la refuerzan porque uno de los cuerpos en Singuilucan era una persona de San Agustín Tlaxiaca a quien hace días –no precisaron fecha– le catearon su casa por estar presuntamente involucrado en un homicidio. En ese operativo, indicaron, fue hallada un arma larga.

En conferencia de prensa conjunta, en la que también participaron los mandos de la Policía Federal, de la Guardia Nacional y de la Décimo Octava Zona Militar, así como el secretario de Gobierno, Guillermo Olivares Reyna, Cruz Neri informó que tras el hallazgo de los tres cuerpos embolsados en la zona boscosa que limita a Epazoyucan y a Singuilucan, la Unidad de inteligencia del C5i y la procuraduría hicieron un seguimiento a cámaras de seguridad e identificaron “la hora y el lugar donde fueron asesinadas estas personas” en las afueras de Pachuca.

Mostraron un video en el que se observa a quienes las autoridades aseguran son las víctimas en el momento en que son subidas a vehículos. En este rastreo, ubicaron un domicilio en Lomas de Portezuelo, en Mineral de la Reforma, justo en la lateral que va rumbo a Pachuca, frente al puente que va hacia la localidad de la Providencia, porque una de las unidades, un Versa blanco, intentó ingresar al ver elementos de la policía.

Posteriormente, en un operativo en el que participaron la corporación estatal, el Ejército y la Guardia Nacional, en esa propiedad localizaron dos vehículos del video, el Versa y un Mazda también blanco. Aseguraron a una persona con las siglas I.R.S., originario del Estado de México, además de droga y dos armas: una R15 calibre .223 y un “cuerno de chivo” (calibre .556,), ambas abastecidas, una en cada automóvil.

Al catear el viernes la propiedad, siguió el mando, encontraron “indicios interesantes para el esclarecimiento de los hechos”: una camioneta Jeep gris, que pertenecía a una de las víctimas del multihomicidio de Epazoyucan: M.G.E., alias “El Marino”, originario de San Agustín Tlaxiaca.

Otro hallazgo “muy importante”, añadió, fue una camioneta Ford 150, azul con gris, en cuya batea había arena, que es la que coincide con el lugar del hallazgo, porque, según la explicación del secretario de Seguridad, “los cuerpos fueron subidos a esa camioneta y los bajaron con arena para que no fueran vistos”.

El encargado del despacho de la Procuraduría sumó que por los restos de seis personas en San Agustín Tlaxiaca –jóvenes cuya desaparición se había reportado el 21 de septiembre, que estaban semisepultados en un predio de la localidad de Puerto México, cubiertos de piedras–, hay un detenido. Posteriormente, en la ronda de preguntas y respuestas, el gabinete no contestó sobre cual había sido el rol de esta persona asegurada como presunta responsable y las circunstancias del sepultamiento clandestino.

No obstante, Fernández Hasbun aseguró que el caso tiene relación en otros homicidios y está asociado con la disputa por la venta de narcóticos en San Agustín Tlaxiaca.

“Tenemos información de inteligencia que dos células delictivas se reunieron para hacer acuerdos, se confrontaron entre sí y eso detonó el homicidio múltiple”, afirmó respecto al hallazgo de la fosa, en la que varias piezas, entre éstas un cráneo, habían comenzado a ser devoradas por la fauna del lugar, en tanto que otras estaban quemadas.

El fiscal interino expuso que no puede dar nombres ni características de los supuestos grupos, pero que tienen datos que permitirían esclarecer los casos; asimismo, afirmó: “No tenemos información fidedigna de que esté un cártel (en la entidad), son grupos locales que se pelean por el narcomenudeo” y el huachicol.

El titular de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), Luis Cruz Mera, calificó como “un grupo delictivo de corto alcance” al supuesto responsable de estos acontecimientos de violencia, sin profundizar, y añadió que la reunión que aluden se llevó a cabo en una localidad de San Agustín Tlaxiaca.

“Pareciera que se presentó una rachita (…) nos encontramos que había cadáveres en diferentes sitios de la zona metropolitana. Todo tiene una explicación, afortunadamente una explicación exitosa”, celebró el secretario de Gobierno Olivares Reyna al inicio de la conferencia, para después sumar a su discurso: “Este tipo de acontecimientos no quedan impunes y desde luego se investigan a fondo y se logra saber a ciencia cierta qué aconteció”.

Lo anterior, reconoció, porque “la población se ha preguntado qué está sucediendo” ante estos sucesos de violencia extrema, en la que los restos han mostrado los signos de tortura.

Aunado a los dos multihomicidios referidos en la conferencia, dos más han ocurrido en la zona metropolitana durante octubre: el jueves 17, dos cuerpos calcinados al interior de un vehículo que seguía incendiándose fueron localizados durante la madrugada en la colonia San José Palma Gorda, en el municipio de Mineral de la Reforma, mientras que el sábado 13 de octubre, tres mujeres acribilladas en las inmediaciones de un pozo de agua en la localidad del Jagüey de Téllez, en el municipio de Zempoala, también fueron localizadas.

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