En épocas de calor, la descomposición acelerada de los alimentos aumenta el riesgo de aparición de esta enterobacteria, provocando brotes familiares y comunitarios.
La SSH enlistó una serie recomendaciones para la población que previenen: Enterrar el excremento al defecar al ras del suelo, preferiblemente con cal, y mantener los baños con drenajes limpios.
Lavarse las manos antes y después de ir al baño, evitar el consumo de pollo crudo o mal cocido, no comprar pollo con coloración verdosa, pegajoso, reseco o con olor desagradable.
No descongelar carnes a temperatura ambiente; se debe hacer por cocción o en horno de microondas, asegurarse de que la carne esté bien cocida, no usar los mismos utensilios para alimentos crudos y cocidos.
No lavar el pollo, en caso de hacerlo, evitar salpicar utensilios y otros alimentos; si sucede, lavarlos y desinfectarlos; conservar adecuadamente los alimentos. Almacenar el pollo crudo en refrigeración o congelación. Al comprar pollo y derivados, verificar que se encuentren a temperaturas adecuadas de refrigeración.
Es necesario involucrar a todo el núcleo familiar y seres queridos en la adopción de estas medidas, a fin de fortalecer el autocuidado de la salud. Para más información, o ante cualquier síntoma, la población puede acudir a la unidad de salud más cercana.
You must be logged in to post a comment Login