De camino a su trabajo Ana volvió a descubrir la infidelidad de su esposo. Ella le reclamó airada. Él, acorralado, la tomó del cuello, la apretó. Ella se defendió y él la aventó.
Estaban a punto de subir a la motocicleta de él para llevarla al trabajo cuando Ana se enteró nuevamente que su esposo la engañaba con otra mujer por los mensajes que él tenía en el celular.
Luego de pegarle, afuera de su casa en la ciudad de Pachuca, salió el abuelo de él y le preguntó a su nieto que qué estaba pasando. Él, molesto, respondió que su esposa ya lo tenía harto, que no la aguantaba más.
El abuelo se metió a su casa y le dijo a su hija lo que estaba pasando, salieron y el esposo trató de suavizar lo ocurrido. La madre revisó la cámara de seguridad de la casa, en ella se ve cómo Ana es golpeada por su esposo. Ella no lo denunció.
Entre enero y marzo de 2024 se iniciaron en la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo mil 730 carpetas de investigación por el delito de violencia familiar. Ello ubicó al estado en el sitio 16 a nivel nacional.
Las estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública señalan que en enero se iniciaron en la Procuraduría del estado 552 carpetas de investigación, en febrero 577 y en marzo se elevaron a 631.
En el primer trimestre del año se iniciaron a nivel nacional 66 mil 359 carpetas de investigación por violencia familiar. El primer lugar lo ocupó la Ciudad de México con ocho mil 998, el Estado de México con siete mil 20 y Nuevo León con cuatro mil 453.
Ana ya había descubierto la infidelidad de su esposo anteriormente pero no se separó de él. Anteriormente ya la había golpeado y tampoco hizo nada al respecto, en esta ocasión tampoco.
A Ana le quedaron en el cuello los moretones de los golpes, no hizo ninguna llamada de emergencia tras los golpes y las marcas en su cuello ni se lo contó a sus familiares.
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