Durante los dos primeros meses del 2024, en Tulancingo se vivieron diversos hechos en donde, lamentablemente, hubo pérdidas humanas. Como resultado de esto, en total fueron hallados siete cuerpos, algunos relacionados con actos violentos.
El hecho que quizá sea el más violento que se ha vivido en Tulancingo, es el ocurrido el pasado 20 de febrero en la colonia Rojo Gómez, donde un hombre se entregó tras presuntamente asesinar a sus padres.
Las víctimas fueron localizadas boca arriba, en medio de mucha sangre, líquido que estaba regado en el piso y las paredes, señal de los bruscos movimientos que se dieron entre el ataque del sujeto y el intento de defensa de los ancianos.
La mujer incluso fue encontrada todavía con dos cuchillos de cocina clavados, uno en el rostro, a la altura del pómulo izquierdo y otro en el pecho, pegado al corazón. Ambas armas con bastantes centímetros dentro, lo cual evidentemente indica que se usaron mucha fuerza para causar el daño mortal.
Vecinos del sector dieron aviso a las autoridades, quienes al llegar al sitio y confirmar los hechos, arrestaron al presunto culpable, quien en ese mismo instante confesó haber golpeado a sus padres para después apuñalarlos y causarles la muerte.
De inmediato fue aprehendido y canalizado a Pachuca por parte de agentes de investigación, en tanto la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo abrió por oficio la carpeta de investigación.
El lunes 26 de febrero en el municipio de Singuilucan hubo un macabro hallazgo pues en la zona boscosa de la demarcación se encontraron dos cuerpos con visibles huellas de violencia.
La persona que los encontró, que pasaba por el lugar, de inmediato solicitó el apoyo de policías municipales, quienes se trasladaron al cerro de Las Pintas, ubicado en el ejido Francisco I. Madero.
De acuerdo con información de los uniformados, los cuerpos estaban atados en las extremidades y estaban golpeados en todo el cuerpo, sin embargo, uno de ellos tenía el rostro cubierto.
El lugar del hallazgo quedó resguardado para que elementos de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH) realicen las investigaciones correspondientes. A la par que el Servicio Médico Forense (Semefo) determinará las causas del fallecimiento de ambas personas, de quienes hasta ahora no se sabe su identidad.
Otro hecho que impactó a los tulancinguenses, fue el asesinato del dueño de un bar al interior de su negocio, el pasado 23 de enero y según lo mencionado por la trabajadora del lugar y testigo de los hechos, dos hombres ingresaron al bar y comenzaron una plática con el dueño del lugar.
Después de varios minutos de entablar una conversación, uno de ellos sacó una pistola y le disparó, enseguida emprendieron la huída. Uno de los presuntos culpables es de aproximadamente 60 años.
El pasado 2 de febrero, una persona dedicada a vender queso fue asesinada en el municipio de Acatlán. Viajaba con su hijo, quien fue testigo del homicidio, además que también recibió impactos de bala. Identificado como V.N., se confirmó que era un quesero del municipio vecino de Tulancingo.
Habrían sido alcanzados por los presuntos responsables, quienes además de impactar la unidad, dispararon al menos cinco veces contra el lado derecho del vehículo, esto alrededor de las cuatro de la mañana del 22 de febrero.
Aunque se desconoce si los perpetradores lograron hacerse de la carga, fue aquí donde pereció el hombre conocido entre los queseros de Acatlán como El Niño, mientras que su hijo, identificado como V.N., de 24 años de edad, resultó con lesión por impacto de bala.
Mientras que en el municipio de Cuautepec de Hinojosa, el pasado 7 de enero fue encontrado el cuerpo de un hombre con diversos impactos de bala, en la comunidad de San Lorenzo Sayula. El cuerpo de la víctima fue encontrado, por elementos policíacos del municipio, con impactos de bala en todo el cuerpo, en tanto que los responsables huyeron con rumbo desconocido sin lograr ser localizados.
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